El GR-247 ‘Bosques del Sur’ propone un recorrido circular por el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, en Jaén, con sendas perfectamente balizadas y 11 nuevos refugios
GR-247 Bosques del Sur. Así se llama el sendero que viene a completar la oferta española de Grandes Recorridos. Tras ese nombre aparece un larguísimo GR que se adentra en el Parque Natural más grande de España: el de las Sierras de Cazorla,Segura y Las Villas, una exuberante mancha verde, salvaje, llena de vida, rodeada por un mar de olivos plateados, que constituye casi la quinta parte de la provincia de Jaén. Quien se aventure por este recorrido circular encontrará más de 3.000 señales: inicio de etapa, balizas, postes, direcciones, paneles promocionales exteriores, señales de aviso en carretera. Además de 11 nuevos refugios en aquellos finales de etapa que no disponían de oferta de alojamiento. Pero, sobre todo, tendrá 479 kilómetros por delante: pistas forestales en un 64%, sendas en un 26%, pequeñas carreteras de montaña en un 6,5% y vías pecuarias en un 3%. Que sirven para conocer todos los paisajes posibles del espacio protegido.
Desde el río Segura discurriendo, encajonado, en La Toba, hasta la Cumbre Caballo Torraso, nevada, pasando por el casco histórico de Cazorla, la villa más importante y poblada de la zona. Alta montaña, castillos, cascadas, caminos tradicionales, altiplanicies, huertos, olivares, conjuntos históricos, pueblos y aldeas donde el paso de los años parece haberse detenido. La ruta se presenta como un mirador “a la parte más auténtica y protegida de estas sierras”, comentan sus responsables. Cruza el corazón de agua y bosque denso que sedujo a Félix Rodríguez de la Fuente. Pinos, quejigos, encinas. Ciervos, corzos, gamos, cabras hispánicas, muflones, jabalíes. “Pensado para quienes buscan la autenticidad y el contacto con el mundo natural, en pleno pulmón del sur de la península”, añaden.
Está planeada para hacerse en 21 etapas. La primera parte del extremo norte del Parque, del Área Recreativa del Olivar, y termina en Segura de la Sierra, donde puede verse la casa natal de Jorge Manrique, un baño moro y vestigios renacentistas. La segunda avanza hasta el refugio El Campillo. Y así, pasito a pasito, avanza. Hornos de Segura con su mirador del Aguilón, desde donde se tiene la impresión de estar en la proa de un barco. Siguiendo el eje de la carretera, pronto se bordea el pantano del Tranco, con su mirador Rodríguez de la Fuente en la orilla, toda una invitación formal a sacar los prismáticos. Y de ahí al Área Recreativa Los Parrales. La Hoya de los Trevejiles. El refugio de Ramblaseca, y el del Campo del Espino. Pontones. Prado Maguillo. La etapa número 21 acaba en el Área Recreativa Peña del Olivar.
Pero también existen variantes que acortan el camino, y derivaciones que conducen a lugares de interés. Como el nacimiento del río Guadalquivir, uno de los hitos de la ruta, las cumbres de Peñalta o El Yelmo, el mirador de Juan León, el embalse de las Anchuricas o el Calar del Espino. “Un gran camino para conocer el vuelo del quebrantahuesos, las aguas limpias, la trashumancia… Un territorio por descubrir a través de este nuevo trazado, alejado de los enclaves turísticos que más popularidad han dado a esta joya de la naturaleza”. Porque ése es uno de los objetivos del GR, hacer visibles, poner en valor otros lugares del espacio protegido, distribuyendo la demanda y descongestionando así su núcleo central. Lo que resulta bueno para el entorno, ya que posibilita la creación de servicios y actividades económicas al amparo del recién inaugurado sendero, y para los visitantes, a quienes se les brinda la posibilidad de descubrir una Cazorla más desconocida, con olor y sabor a nuevo.
La ruta se ha realizado en el marco de un Plan de Dinamización del Parque puesto en marcha entre todas las administraciones para reforzarlo e impulsarlo como destino turístico. Se rescatan así, a través de este uso recreativo, caminos tradicionales y casas forestales restauradas para ser convertidas en refugios. Y se favorece el conocimiento del patrimonio natural y cultural disperso por toda la serranía. La idea es que este espacio natural, y por extensión la totalidad de la provincia de Jaén, se conviertan en un referente del turismo activo en el Sur de Europa. “El GR-247 espera ya los pasos cómplices del caminante”.